(Un post generado de una colección de hilos de mi paso por Twitter)
Aprovecho Luziano para reflexionar sobre tu escrito de este hilo…
El fondo es en sí, una expresión de la hipocresía en grado superlativo… He conocido variados “amantes de la cultura vasca” como el sr. Mendiburu y en un trazo me gustaría desentrañar ese tipo de amor 👇🏻👇🏻👇🏻
Es en un amor fuerte en la marginación, en la derrota y en la desaparición de lo que se ama, es una forma de necesitar la nostalgia de algo que ha quedado finalmente desaparecido para poder decirse esas épicas frases “es que yo lo amaba” “no hemos podido mantenerlo” “se perdió“.
Es un amor basado en la hipocresía pasiva, en añorar no se sabe que cosas que no están mas lejos de un diccionario Euskera-Castellano de 6 euros, es un amor de querer algo mientras muere… pero odiarlo si renace y odiar a quienes lo hagan renacer.
“Dejad que el Euskera muera porque yo si lo amo” Es una forma de querer el todo sin querer nada, de amar algo buscando la forma de hacerlo pequeño, extraviado, vacío… Estos amantes no buscan al pueblo vascón en el siglo II, buscan que no exista, que sea algo casual que nadie sabe.
Son amantes que buscan constantemente que su “amado hecho” no sea un elemento vivo con pasado, sino un recuerdo marchito, exagerado y falso, que solo ellos por razón de su amor real y sincero a lo vasco aprecian.
He vivido estas afirmaciones solemnes mas de 100 veces, “yo amo vuestro idioma» (mientras me dejéis destruirlo) “me emociono con la cultura vasca» (mientras no sea la que me rodee) “siempre apoyare la cultura vasca» (menos la korrika, los Euskaltegi y el modelo D)
“Yo amo el Euskera» (Pero no me lo pongais en los carteles) “Yo amo el Euskera» (pero un Euskaldun no tiene porque tener funcionarios que le atiendan) “Yo lo amo de verdad» (pero q no se gaste un duro en eso.. cojones!)
He vivido cada uno de estos solemnes actos de furibunda hipocresía, en los que siempre se busca reducir lo vasco a una casualidad, si hay mas de 20.000 topónimos vascos en Navarra te entresacan 3 que suenan a lo-que-sea-que-no-sea-vasco.. Hay casos para todos los gustos.. Estos amantes de lo vasco cuentan enojados que a Santa Coloma (Álava) le habían puesto una K (Santa Koloma gran tragedia) y Coloma es latín y molesta porque aman el Euskera, sin embargo si a Colonia, fundada por Claudio (emperador romano), los alemanes le llaman Köln no les molesta porque no aman el alemán.
No se si apreciáis la sutilidad, usar el Euskera es manchar el latín, pero si lo usa un alemán esta haciendo uso de su idioma porque tiene derecho…
En el mundo de los amantes de la cultura vasca todo el mundo tiene derechos, menos un Euskaldun porque lo aman claro!
Si se usa el Batua es por odio a lo vasco, porque quien lo ama hablaría su dialecto, que es el verdadero Euskera, si bien te escriben y te leen en batua castellano porque les horrorizaría que un andaluz tuviese la caradura de escribir “mi arma” en un periódico.
Es un cansino discurso contra la inteligencia de las personas, fabricado en el odio mas profundo a lo que se dice amar… Es querer algo, pero temer que se desarrolle, que respire, que viva, es temer que la sociedad lo haga suyo y lo acepte.
Es fundar un sentimiento vil en la mentira mas paleta.. ¿Quién querría ser amado así?.. Amado sin dejar que te desarrolles, que respires, que crezcas, ¿Quién querría ser objeto de un amor tan miserable? Un amor que trata de buscar tu insignificancia, un amor q se molesta si andas.
Un amor ininteligible, que patalea cuando brillas, que se revuelca si avanzas y frunce el ceño cuando cree que puedes progresar.
Todos sabemos lo que es el amor y lo que no lo es… y en UPN y sus correligionarios no hay ninguno hacia lo vasco, todo es una ridícula falacia.
No lo hay, ni lo ha habido… hay precisamente un rechazo a lo vasco, una búsqueda de la formula para acertar en su eliminación, un compendio de políticas para acorralar y aislarlo, para hacer desistir a quien empieza y poner trabas a quien siga.
Porque quienes defienden la cultura vasca de verdad, son esa parte del todo, esa parte del “ser Navarro” que aún resiste a dejar Navarra fagocitada bajo un ideario tan vulgar como resignarla al monolingüismo del invasor, de aquello que fue un reino soberano..
Y pocos son los recursos que se den a tan grande empresa, como es vivir una Navarra bilingüe y orgullosa, a la que si le han podido arrancar el cuerpo (su reino), no le han podido arrancar el alma (su idioma).
A estos destructores, en su incansable pelea por dejar Navarra sin alma, tras ir a por lo que queda de su lengua, les quedaba solo ir a por sus fueros y ya lo han hecho.
Porque si así es su “amor a la cultura vasca”, ¿Qué puedes esperar de su “amor a los fueros” de la mano de Rivera?